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Formas no personales del verbo
El infinitivo, gerundio y participio del verbo son las formas no personales
del verbo, y reciben este nombre por carecer del morfema de persona
y número; carecen también de contenido temporal y modal,
y se diferencian sólo por su aspecto, perfecto (acción terminada)
en el participio e imperfecto (acción en desarrollo) en el gerundio;
el infinitivo es también indiferente al aspecto.
Estas formas se utilizan de tres maneras diferentes:
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Uso nominal: el infinitivo equivale al sustantivo, el gerundio al
adverbio y el participio al adjetivo.
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Uso verbal: constituyen el núcleo del predicado de proposiciones
subordinadas.
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En perífrasis: aparecen como verbo auxiliado en perífrasis
verbales.
Infinitivo
Muestra la acción fuera de toda perspectiva temporal; únicamente
admite la anterioridad respecto al momento del habla u otro especificado
en el contexto, si se utiliza la forma compuesta (haber + participio).
Su doble carácter verbal y nominal le permite constituirse en núcleo
de sintagma nominal o de sintagma verbal:
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Núcleo de sintagma nominal: el buen beber.
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Núcleo de sintagma verbal: beber agua en un vaso.
Funciones
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Sujeto: Querer es poder
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Atributo: Querer es poder
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Complemento predicativo: Te vi venir
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Complemento directo: Quiero comprar un coche
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Complemento indirecto: Dedicó su vida a hacer el bien
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Complemento de régimen (suplemento): Trató de enviarla
carta inmediatamente
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Complemento circunstancial: Lo comprendió todo al hablar
con él
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Complemento de un sustantivo: Me gusta su manera de hablar
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Complemento de un adjetivo: Es difícil de entender
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Complemento de un adverbio: Se marchó después de saludar
a todos
Usos anómalos
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Sustitución del imperativo en 2ª persona del plural por el
infinitivo: ¡Callar!
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Como núcleo verbal de una oración completa, por omisión
de los verbos deber, querer o similares: Ante todo, decir
que nada de esto es cierto.
Gerundio
Muestra la acción durante su transcurso; indica simultaneidad con
el verbo principal. La forma compuesta (habiendo + participio) indica
anterioridad.
Funciones
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Complemento circunstancial. Sus valores semánticos pueden ser:
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Modo: Salió corriendo.
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Causa: Comprendiendo la dificultad, desistió.
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Condición: Teniendo precaución, todo saldrá
bien.
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Concesión: Aun siendo cierto, no puedo creerlo.
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Complemento predicativo: Te vi saltando la tapia.
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Complemento de un sustantivo (habitualmente en títulos): Niños
comiendo fruta.
Usos anómalos
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Con valor de posterioridad: Salió temprano, volviendo
varias horas después.
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Complemento especificativo de un sustantivo: El hombre comprando
el periódico es mi padre.
Participio
Muestra la acción tras su terminación. No admite la forma
compuesta. Equivale al adjetivo, y habitualmente se considera como tal
más que como verbo. Tiene habitualmente sentido pasivo.
Funciones
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Complemento de un sustantivo: El hombre vestido de gris es mi
padre.
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Atributo: La barca estaba anclada en la orilla.
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Complemento predicativo: Te vi sentado en la plaza.
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Complemento circunstancial (en construcción absoluta, es decir,
con un sustantivo concordado que funciona como sujeto del participio):
Terminada la fiesta, todos se marcharon.
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